The working class once again in the center of the ring
By Claudio Colombo, Convergencia Socialista (RCIT Section in Argentina), 29.10.2024, https://convergenciadecombate.blogspot.com
The SUTEBA board of directors - with Baradel at the head - had decided to boycott the strike of the 30th, promoted by Multicolor. However, the blue bureaucrats had to accommodate and declare the strike. The bureaucrats felt the massive pressure from the rank and file workers - who, for the most part, decided to stop work - and also the attitude of the other teachers' unions, UDOCBA and FEB, who joined the transport struggle.
What happened with the teachers’ union bureaucracy, which had to do what it did not intend, is an expression of the social situation, which by radicalizing puts pressure on and divides the conservative leaderships. Therefore, beyond the schemes and maneuvers of these characters, Wednesday's strike is another proof that a new and vigorous process of struggle has begun to develop. The popular rebellions in some provinces – like Misiones and Corrientes – and the mobilizations of the university students and teachers encouraged this dynamic.
The government is losing popularity, because those below realized that Milei's electoral promises – to fight the "caste" – have been nothing more than lies. The anger, which is growing, pushed by the consequences of the neoliberal policy of structural adjustment, is giving rise to a new generation of fighters, who broke with Peronism and its union agents. The left must help this vanguard, so that it becomes the new political and union leadership that decides to take the struggles to the end.
We need a class-based and combative leadership, which relies on the democratic decision of the grassroots assemblies and new coordination mechanisms, to accomplish the task that, today, the main trade unions and workers' federations are not doing: unifying the struggles against the policies of the government and its accomplices. This strike, which will surely have a high level of compliance, will be a turning point in the political and social reality, because it will consolidate the rise of the working class.
Por Claudio Colombo, Convergencia Socialista (sección argentina de la CCRI), 29.10.2024, https://convergenciadecombate.blogspot.com
La comisión directiva de SUTEBA -con Baradel a la cabeza- había decidido boicotear el paro del 30, impulsado por la Multicolor. Sin embargo, los burócratas celestes tuvieron que acomodarse y decretar la huelga, debido a la presión de las bases -que, mayoritariamente, decidieron parar- y a la actitud de los otros gremios docentes, UDOCBA y FEB, que se sumaron a la medida de lucha del transporte.
Lo que sucedió con la burocracia docente, que tuvo que hacer lo que no pretendía, es una expresión de la situación social, que al radicalizarse le mete presión y divide a las direcciones conservadoras. Por eso, más allá de los tejes y manejes de estos personajes, el paro del miércoles es otra prueba de que ha comenzado a desarrollarse un nuevo y vigoroso proceso de luchas. Las rebeliones provinciales -Misiones y Corrientes- y las movilizaciones de la comunidad universitaria, incentivaron esta dinámica.
El gobierno pierde popularidad, porque los y las de abajo se dieron cuenta de que las promesas electorales de Milei -de combatir a la “casta”- no han sido más que mentiras. La bronca, que crece, empujada por las consecuencias del ajuste, está dando lugar a una nueva camada de luchadores y luchadoras, que rompió con el peronismo y sus agentes sindicales. La izquierda debe ayudar a esta vanguardia, para que se convierta en la nueva dirección política y sindical que decida llevar las luchas hasta el final.
Una dirección clasista y combativa, que se apoye en la decisión democrática de las asambleas de base y nuevos mecanismos de coordinación, para cumplir la tarea, que, hoy por hoy, no cumplen los principales sindicales y centrales obreras: unificar las luchas contra las políticas del gobierno y sus cómplices. Esta huelga, que seguramente tendrá un alto nivel de acatamiento, será un antes y un después en la realidad política y social, porque consolidará el ascenso de la clase trabajadora.