Mexico: ¡Contra el gasolinazo y el aumento generalizado de precios, unifiquemos la lucha por echar abajo a Peña y sus reformas!

Erick Huehuetzin y Kech Cerati, Agrupación Lucha Socialista (Sección mexicana de la CCRI), 6 enero, 2017, https://agrupaciondeluchasocialistablog.wordpress.com/

 

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ALS: Boletin contra el Gasolinazo
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Los verdaderos motivos del alza en los precios de los combustibles:

 

Contrariamente a lo que ha salido a declarar Enrique Peña Nieto, el alza de los precios sí es resultado directo de las reformas estructurales y en particular de la energética y fiscal.  A partir del 1ro de enero, los incrementos en las gasolinas fueron de 14.2% en el precio de la Magna; 20.1% para la Premium y de 16.5% para el diésel, cifras que aumentarán en la segunda semana de febrero que se esperan nuevos gasolinazos y, de ahí, un aumento progresivo diario. Ello repercutió inmediatamente en los productos de la canasta básica donde se espera un aumento del 5% promedio a partir de la liberalización de precios de la gasolina; además dicho aumento ha sido acompañado de la elevación en los precios del gas y la electricidad agregando también afectaciones en servicios básicos, transporte público (donde ya resaltan los estados de Jalisco, Estado de México, Guerrero, CDMX, Michoacán), entre otros.

 

El argumento de que ha sido el aumento en el precio de los hidrocarburos internacionales el que ha iniciado el alza a nivel nacional se desvanece al ver que su precio se ha mantenido muy por debajo de sus picos históricos de más de 100 dólares por barril. Además, hay que señalar que el precio de las gasolinas nunca se ha correspondido con el precio internacional del crudo, de ser así hace unos meses la gasolina tendría que ser casi regalada dados los precios bajísimos del barril de petróleo ¿de dónde proviene, entonces, el aumento?

 

El problema de los precios en sus manifestaciones principales se relaciona con: 1) una disminución amañada de la oferta de gasolina bajo los rumores especulativos y de  fragilidad económica para aumentar la demanda de estos productos y así obligar a la población a que acepte mayores precios de venta; 2) una demanda anticipada de los productos ante el pánico por el aumento del precio -bien aprovechada por aquellos con mucho dinero como los políticos, narcotraficantes y empresarios- que provoca un desabasto; 3) el contrabando ascendente de combustible que también implica mayores gastos de protección de las empresas ante el robo, lo que se incluirá en el precio de venta y; 4) con el mercado internacional dirigido por las empresas transnacionales que serán las que fijarán sus precios y cantidad ofertada a conveniencia sin parar a pensar en los pueblos.

 

Además, si bien es cierto que este precio históricamente bajo de los energéticos se puede ver socavado por el alza en el dólar, lo cierto es que resulta ridículo que un país petrolero como México no cotice su gasolina según sus costos nacionales de refinamiento. Y esto último solo viene a demostrar  lo nocivo de la privatización y la trasnacionalización de la industria petrolera, pues es completamente inviable seguir existiendo como país sin refinerías propias y suficientes.

 

Sin embargo la razón principal es que el gobierno quiere abrir el camino más fácil a una mayor privatización del sector energético, y como las rondas de concesión en los procesos de extracción, producción, etc., no tuvieron el éxito que esperaban, lo hace por la vía de la mayor entrega de las gasolineras a la iniciativa privada –donde por cierto, varios funcionarios tienen negocios-, además de las necesidades fiscales del Estado. El desvió de recursos y el desperdicio del gasto gubernamental en compra de votos y favores políticos ha pasado por fin factura; las ya de por sí millonarias deudas de los estados se han visto agravadas por el hecho de que la administración de EPN ha entregado una de las principales fuentes de recursos del Estado a la iniciativa privada y ahora buscan mantener el mismo nivel de ingreso vendiendo los hidrocarburos a mayor precio, incluso en EU la gasolina -que ya está liberalizada- está aún más barata, cercana a los precios de antes de los últimos gasolinazos en nuestro país. Así, encontramos que la liberalización del precio de las gasolinas necesariamente impactará al alza dicho precio pues siempre va a ser más costoso que un producto estratégico sea vendido por la iniciativa privada que por el Estado por razones principalmente de ganancia (mientras que una empresa pública puede operar solo cubriendo sus costos, una privada necesariamente tiene que vender más caro para obtener beneficios, cediendo aún más a la especulación), así comienzan los primeros pasos de la Reforma Energética.

 

El hecho de que ahora el Estado retire los subsidios en los energéticos implica un atraco al pueblo ya que los impuestos están lejos de disminuirse y de servir como herramientas redistributivas de la riqueza y financiadoras del desarrollo nacional, lo que hacen es que inflan las arcas del gobierno para poder sostener sus ostentosos gastos en medio de la crisis de la que ellos mismos son responsables. Así, aunque el salario nominal haya aumentado, -tomando en cuenta que ya ascendió a $80.04, el más alto en 17 años-, los precios aumentarán para seguir manteniendo los porcentajes de ganancias, los recortes e impuestos -parte de lo que permite la reforma hacendaria y fiscal- continuarán y seguirán abonando a la creciente precarización de una buena parte de la población. Entonces, es una mentira cuando el gobierno y los medios dicen que la cancelación del subsidio estatal en las gasolinas solo afectará a los sectores más acomodados, al contrario, el transporte público, la producción y repartición de alimentos y la inmensa mayoría de los bienes de consumo contienen a los combustibles como un elemento indispensable en sus costos, por lo que los más perjudicados serán los sectores empobrecidos de la población.

 

Frente a ello, la Confederación Patronal de la República Mexicana se queja del precio de las gasolinas, empresarios piden controlar los precios, dirigentes de los principales partidos (PAN, PRD) y hasta el propio presidente se lamentan del aumento en el precio de la gasolina, no obstante, su hipocresía es por más ofensiva aún demás cuando reafirman que siguen apoyando las reformas que ellos mismos firmaron en el Pacto por México y una completa entrega de la economía nacional al extranjero. Todo lo cual no hace más que encender más la llama del descontento popular.

 

Los ejes rectores que no se deben olvidar en la movilización:

 

El enojo ya se ha hecho sentir encabezado en un primer momento por organizaciones gremiales, campesinas, populares y de la “sociedad civil”, carreteras han sido bloqueadas, casetas liberadas, gasolineras tomadas o cerradas, marchas, plantones, entre otras que están marcando una jornada de lucha donde suman más de 100 ciudades en prácticamente todos los estados de la República; sectores organizados y dispersos han manifestado su repudio mediante acciones con un cierto nivel de coordinación, algunas oficinas de recaudación fiscal y otras dependencias en varias partes del país han sido cercadas y hasta tomadas, hay más de mil gasolineras afectadas, gasolina distribuida gratuitamente por los manifestantes a la población, etc.; sin embargo, es indispensable llevar esto más allá para que en realidad se conquisten soluciones de fondo que perduren, ir más allá de sólo protestar contra el aumento del precio de los combustibles, forjar la organización de las masas populares.

 

Hay que aprovechar las acciones que se han venido realizando: tomas de gasolineras, bloqueos carreteros y protestas en instituciones para que sirvan, en un primer momento, como punto de encuentro para que la gente se conozca y comience a coordinarse, no debemos dispersar fuerzas en actividades aisladas y descoordinadas pues solo servirán un par de semanas mediáticamente pero al cabo de poco tiempo llevarán al desgaste y la desmovilización, tomemos el futuro en nuestras manos. Durante el proceso de expropiación petrolera en 1938, trabajadores petroleros y los sectores del pueblo fueron quienes consiguieron la expropiación. En Bolivia el pueblo logró, bloqueando los accesos a la capital durante días, frenar la privatización del gas y echar a sus gobiernos neoliberales entreguistas. Esto nos da ejemplo a seguir, no debemos dejar que el gobierno nos lleve a una situación como la del país petrolero de Venezuela de inflación y nula independencia económica.

 

Ante los saqueos que han llevado a que cientos de tiendas, comercios y gasolineras cierren, principalmente en los municipios del Estado de México, debemos ser directos. Por principio de cuentas, desde nuestra organización no vamos a defender la propiedad de las empresas pues sabemos que todo lo que venden ha sido producido por el pueblo trabajador, explotado muchas veces con condiciones de miseria, pero tampoco vamos a aplaudir dichas acciones pues su origen es completamente sospechoso pues no muestran ninguna consigna política, se notan completamente distanciados del movimiento y curiosamente han surgido en municipios dominados por el PRI, en pocas palabras, estos saqueos han sido producto de gente pagada por el gobierno para servir de pretexto para criminalizar la protesta, atemorizar y desmovilizar a la población y justificar la represión con alta violencia.

 

En medio de todo esto es necesario recordar puntos nodales: 1) bajo ninguna circunstancia debemos caer en su juego, y prestarnos a la provocación pues aquello solo intensificará el miedo y las arbitrariedades; 2) el mayor temor de Peña y su ilegítimo régimen es tener que enfrentar nuevamente movilizaciones masivas a nivel nacional, hoy lejos de escondernos es momento de salir a las calles a manifestarnos junto con nuestros vecinos en cada barrio buscando coordinarnos en cada comunidad, municipio y entidad, pues el Estado sabe que no puede contra este descontento, las condiciones nos favorecen a quienes luchamos por algo mejor para los explotados y oprimidos; 3) la velada represión y las acciones impopulares ejercidas por aquellos grupos de dudosa procedencia solo pueden ser combatidos por la implementación de asambleas y comités de base a todos los niveles posibles donde se debata de manera democrática el accionar del movimiento; esto evidenciará por su propio peso las “infiltraciones” del régimen.

 

Asimismo, debemos preparar acciones masivas, centralizadas y coordinadas que retomen la experiencia de Nochixtlán, pues la única forma de arrodillar al gobierno es bloqueando carreteras estratégicas, sobre todo las que cortan rutas de los pozos, ductos y abastecedoras de crudo y gasolina (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche y estados aledaños) así como puntos neurálgicos para el capital como las carreteras tansfronterizas en el norte y sur del país e, igualmente, el bloqueo efectivo de las entradas a la capital del país lo más cercanamente posible a las casetas de cobro; asimismo, resulta necesario que los destellos en los que la gente ha tomado dependencias y palacios de gobierno se generalicen, impulsando paralelamente la organización desde cada barrio, colonia, poblado y municipio, para con ello ir echando fuera a los partidos y funcionarios que no nos representan y poder avanzar en la construcción del poder de los trabajadores y del pueblo desde la organización popular.

 

* Es momento de que las bases de trabajadores petroleros y de MORENA le exijan a sus dirigentes (Romero de Schamps y López Obrador) que se sumen abiertamente a las acciones y movilizaciones en contra del gasolinazo; de lo contrario, hay que tomar la iniciativa y rebasar por izquierda a dichas dirigencias para soldar la unidad del pueblo trabajador en las calles.

 

* Es necesario que el EZLN-CNI, la CNTE, el SME y demás movimientos populares, organizaciones sociales y centrales sindicales que se reclaman democráticas e independientes se pronuncien promoviendo entre sus bases y adherentes la solidaridad y el apoyo activo a las movilizaciones contra el gasolinazo, por la caída de Peña y sus reformas.

 

* Que se extiendan y se generalicen los bloqueos, dejando pasar a la población y reteniendo a las pipas, trailers de trasnacionales y camiones de carga; igualmente, seguir impulsando las tomas de instalaciones petroleras, instituciones de recaudación fiscal, palacios de gobierno y movilizaciones centrales hacia Los Pinos, el Congreso y la SHCP.

 

* Que en cada bloqueo se convoquen asambleas para que los pobladores puedan sumarse a las acciones y se conformen comités que sostengan la movilización con actividades de difusión e información, apoyo con víveres y medicamentos, guardias que se rolen turnos y demás actividades.

 

* Es necesario agitar la convocatoria y participar en las movilizaciones de campesinos, centrales sindicales, organizaciones populares y sectores de la ciudadanía que ya están planeadas en este mes de enero. Asimismo, organizar una gran protesta masiva contra la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero.

 

* Hay que llamar a la organización de un Encuentro Nacional en la capital donde se puedan aglutinar todas las expresiones de resistencia contra el aumento de precios de los energéticos, productos y servicios básicos y se defina un plan de acción unitario para echar abajo las medidas y reformas del gobierno.

 

¡Marcha atrás al gasolinazo, por el subsidio y control de precios del combustible por el Estado!

 

¡Alto a la carestía de la vida, por el aumento del salario conforme a la inflación!

 

¡Fuera Peña Nieto, fuera los partidos del régimen!, ¡abajo las reformas estructurales y demás proyectos privatizadores!

 

¡Construyamos un Frente Nacional de Lucha a partir de conformar asambleas y comités de base en cada comunidad, municipio y entidad del país!

 

¡Por un Gobierno de los Trabajadores y sectores populares de la ciudad y el campo!

 

¡Por la renacionalización de PEMEX y demás sectores estratégicos de México bajo control de los trabajadores y del pueblo!